martes, 15 de octubre de 2013

FUNDACIÓN DEL COLEGIO DE ABOGADOS DE LIMA

En 1726, durante el gobierno de José de Armendáriz, Marqués de Castelfuerte, se formó en la Ciudad de Lima la "Hermandad de los Abogados", con fines piadosos y de ayuda mutua. Sus socios asistían corporativamente a misas, comuniones y conversatorios en la Capilla de Desamparados a cargo de la Compañía de Jesús. Esta hermandad se extinguió a raíz de la expulsión de los jesuitas por mandato de Carlos III.

Años después en 1777, bajo el gobierno del Virrey Manuel de Guirior, llegó a Lima José Antonio de Areche, Intendente del Ejército Español quien también ostentaba el título de Visitador General de Tribunales por Real Orden del 31 de julio de 1778, para establecer en esta ciudad un Colegio de Abogados semejante al de Madrid.

El Visitador Areche ordenó la constitución del Colegio de Abogados el 20 de septiembre de 1779, y solicitó a la Audiencia por intermedio de su Regente, Dr. Melchor Ortiz Rojano, la formulación de los Estatutos que luego fueran aprobados por dicho Tribunal. Finalmente, el  Visitador Areche designó la primera Junta Directiva del Colegio el 25 de noviembre del mismo año.

Una vez enterado el Virrey Manuel de Guirior de la ejecución de aquellas acciones que significaban la invasión a sus atribuciones; decidió declararlas ilegitimas  mediante una orden expedida el 28 del mismo mes. Seis años después, por Cédula del 01 de junio de 1785, el Rey de España ordenó la constitución del Colegio de Abogados de Lima, pero tal mandato no tuvo efecto alguno.

El Sello del Colegio, como lo anota el historiador Aníbal Gálvez, existió desde antes de 1818 con la inscripción ORABUNT CAUSAS MELIUS, cuyo significado es: Defenderán la Causa Mejor, el cual es el lema de la institución. La insignia es una estrella de siete ángulos con una corona cívica en el centro; fue aprobada por Decreto Supremo del Presidente Don José Luis de Orbegoso y refrendado por su Ministro Doctor José María Galdeano en 1834.

Fuentes:
Historia del Colegio de Abogados de Lima – Aníbal Gálvez